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Las heridas emocionales de la niñez

Actualizado: hace 2 días

Nadie puede dar a los demás lo que no tiene. Que gran responsabilidad tenemos los que somos conscientes de esta realidad. Y si bien esto es verdad para los temas materiales también lo es par los asuntos emocionales aunque con consecuencias más importantes en este último caso. Es decir, los bienes materiales se consiguen y ya, aunque a veces cuesta. Los asuntos emocionales pueden tener repercusiones tan severas como depresiones profundas y sus consecuencias o, en el otro extremo, incrementan el enfoque, productividad y gozo de una persona a tal nivel que lo vuelven exitoso en cualquiera que sea el área principal de su desempeño.


El bienestar o el sentirse bien es una emoción y no se mide por la cantidad de cosas que puede consumir una persona, como tradicionalmente me lo enseñaron en la escuela de economía, sino que depende exclusivamente de la interpretación que hacemos de los hechos que ocurren a nuestro alrededor. Esa interpretación se basa en nuestra "programación cerebral".



Así como un video juego responde de determinada forma a los comandos enviados desde un control y permite que avancemos y nos volvamos expertos debido a una programación que tiene el video juego; nosotros también estamos programados para responder de determinada manera, lo que quiere decir que existe un control de mando y una codificación.


Ser conscientes de nuestra programación cerebral es mucho más complicado que la primera frase que escribí en el tema de esta semana. Es decir, la cosa se está complicando un poco, pero no se preocupe, espero lograr despertar su inquietud antes que nada.


El meollo del asunto está en saber cuál es nuestra codificación y, por supuesto, cuál es nuestro control de mando. La codificación está en el inconsciente y el control de mando está en la consciencia. Para lograr modificar la programación necesitamos convertirnos en cirujanos y operar nuestra inconsciencia desde la consciencia con ejercicios de autoconciencia como la reflexión, conciencia plena, TREC, NAC o PNL. Este tema es muy interesante pero se me va por fuera del alcance de este blog.


Volviendo a la "programación cerebral" albergadas en el inconsciente, gracias a ella hemos tomado las decisiones de nuestra vida, hemos progresado o nos hemos limitado, hemos tenido éxito o limitaciones. Esa "programación cerebral" fue codificada en nuestros primeros 8 años de vida, principalmente por nuestros padres, con su gran amor lleno de aciertos y algunos desaciertos.


Entre esos desaciertos de nuestros padres se encuentran algunas marcas profundas. Estas se llaman las heridas emocionales de la niñez. Estas heridas tienen sus raíces en 5 comportamientos de nuestros padres, ellos son rechazo, abandono, humillación, injusticia y traición. Y estas raíces han desencadenado sentimientos o pensamientos como actitud a la defensiva, aislamiento constante, miedo al compromiso, miedo al rechazo, desprecio por los demás, la dependencia y el síndrome del esclavo satisfecho.


Si usted se identifica con alguna de las raíces mencionadas arriba o sus consecuencias no tiene que sentirse mal. Ser consciente de esto es el primer paso para superarlo. La buena noticia es que no está solo, a ese grupo pertenecemos bastantes, yo soy uno de ellos. Esta situación tiene solución. Abordaré próximamente en este blog algunas de las herramientas de reprogramación cerebral que sirven para ayudarnos a sentirnos bien con ese pasado sin que nos afecte o limite en nuestro presente.








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