Con Claudia seguimos la metodología Mente Maestra en los cursos de John Maxwell. Metodología que procura que los participantes ya se hayan documentado, leído y hasta reflexionado sobre el tema previo a cada sesión. En la sesión de grupo se hacen preguntas de mayor reflexión grupal y se escuchan las experiencias y opiniones de todos. De estas discusiones se aprecia el surgimiento de un conocimiento grupal superior en la mayoría de los casos, además se crean lazos más fuertes de confianza y amistad, muy importantes en el proceso.
Napoleon Hill ya había hecho mención a esta denominación "Mente Maestra" previo a John Maxwell y muy posiblemente de allí venga este nombre. John Maxwell cita a Napoleón Hill en varios de sus libros. En fin, la forma en que Napoleón Hill utiliza este término es mucho más profundo sin necesidad de oponerse a lo que hace John Maxwell con el mismo.
La Mente Maestra la hemos experimentado posiblemente todos aunque sea increíblemente difícil de explicar. Napoleón Hill identifica la Mente Maestra con aquella energía o fuente de conocimiento a la cual a veces tenemos la oportunidad de tener acceso individual o grupalmente. En algunos casos la Mente Maestra se revela a nosotros mismos porque simplemente lo desea, dándonos argumentos para reflexiones profundas o ideas de creatividad para solución de problemas o simplemente nos sorprende con chispazos de ideas innovadoras.
El meollo del asunto está en acceder a la Mente Maestra cuando lo deseemos y no necesariamente cuando ella desee revelarnos algo. Es decir, tener la habilidad para que a voluntad podamos pasar ese umbral y entrar en contacto con esa energía o red de conocimiento superior que nos ilumina. Al final queremos estar el máximo de tiempo conectados a la Mente Maestra, a esa sensación de perfección y muy superior a nosotros mismos.
Como educadores, Claudia y yo experimentamos cuando un grupo cruza este umbral y tiene acceso a la Mente Maestra, puede ser presencialmente o por medios digitales, el medio no es un límite para esta experiencia. Este tipo de energía no necesita cercanía física para tocarnos. El sentimiento es especial, los participantes se tornan mas profundos y finos en sus aportes y el facilitador, guía o coach es poco lo que tiene que hacer para lograrlo pues el grupo en sí ya accedió a este derecho. Es una fuerza muy superior a cualquiera de sus participantes.
El paso previo para llegar a la Mente Maestra y controlar su acceso es la preparación previa del involucrado o todos los involucrados para el evento, hay que hacer la tarea. Esta energía especial no se controla en medio de la pereza o hacer justo lo necesario. Hay que querer ir más allá. Así, con el impulso propio y la energía de la Mente Maestra se alcanza el momentum, ya en medio de esa energía usted o el grupo se harán imparables.
Creo que John Maxwell busca que todos los participantes de Mente Maestra logren cruzar este umbral, no obstante, él no puede controlar la forma en que cada uno de ellos se prepara para cada sesión. Afortunados los que se prepararon y lo lograron, se dieron cuenta que la recompensa valió 2 o 3 veces el esfuerzo, fue toda una inversión. Solo puedo desearle que estén conectados a la Mente Maestra tantas veces como sea posible individual o grupalmente, el mayor tiempo posible, es una experiencia que siempre se desea repetir.
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