Si hay alguna Ley del Crecimiento que me haya marcado es la Ley de la Reflexion. Esta Ley tiene algo especial para mi. Esta Ley me permitió identificar e iniciar un sistema efectivo de crecimiento y desarrollo personal fácil, rápido y con resultados inmediatos que me estimularon a seguir haciendo el esfuerzo.
Esta Ley es la cuarta que expone John Maxwell en su libro Las 15 Leyes indispensables del crecimiento. Por supuesto, recomiendo la lectura del libro y, los que están comprometidos realmente con su desarrollo personal consideren hacer nuestro curso presencial o en línea, pero siga leyendo y termine antes de tomar una decisión. La reflexión me ayudó a encaminarme decididamente y tomar consciencia para tener un mayor control de mi vida y con mejores resultados ¿le gustaría algo similar?
Bueno, pero permítame contarle porqué fue clave esta Ley y porqué ha tenido tanta trascendencia en mí hasta ahora. Primero que todo, esta Ley aplicada de manera sencilla es un excelente inicio para el desarrollo personal. Miren, el desarrollo personal puede abarcar un gran número de temas e iniciativas que uno puede tener la tendencia o ganas de poner en ejecución cuando se aprenden. Eso puede llegar a ser abrumador, es demasiado. Y el crecimiento y desarrollo personal no es una carrera intensa de corto alcance; mas bien se parece más a una maratón que dura el resto de la vida. Con calma y buena técnica llegará al final con buen chance de ganar. Es un estilo de vida. Para esto, lo que yo recomiendo es comenzar con algo sencillo y aplicable fácilmente a partir de hoy mismo y esa es la reflexión.
La Ley de la Reflexión le permite lograr metas sencillas de corto plazo que le reforzaran la creación de buenos hábitos, que son la clave para mejorar y fortalecer su carácter. Esa es la base sólida de cualquier cambio verdadero. Por ejemplo, yo padezco de hipertensión y todos los días me debo tomar mi pastilla a las 8:00 am y a las 8:00 pm, es decir una pastilla cada 12 horas. No haber tenido establecida la hora y estar con la carga mental de que se me iba a olvidar tomarme la pastilla, me producía desgaste de energía y me generaba la incomodidad tener eso pendiente. Gracias a una reflexión, caí en consciencia de que definir una hora fija para tomarme esta pastilla iba a librar mi mente de esta carga e incertidumbre. Y así fue. Puede parecer una bobada, simple, obvio; no importa, todo cuenta, todo vale y todo suma.
La gran pequeñez de ser consciente de la importancia de tomarme mi pastilla a una hora fija todos los días disminuyó mi incertidumbre, me evitó desgaste energético en un tema realmente trivial, benefició mi salud, liberó mi mente de esa carga y permitió que mi actitud mejorara todos los días. Al final, esto tuvo un impacto en mi productividad pues la energía que gastaba en eso ahora la utilizo en algo que vale mucho más la pena. Si esta reflexión ayudó a que mi día incrementara su productividad una decima porcentual (0.1%) y esta ganancia la puedo hacer tangible desde ese día en adelante, ya se puede imaginar los efectos acumulados de hacer una reflexión como está cada día del año, que tal si hace dos, jajaja, no sea ambicioso, empiece con una. Definitivamente puede lograr resultados que usted no alcanza a imaginar hoy día dado el efecto acumulado de este pequeño esfuerzo. Puede mejorar mucho e indefinidamente, no hay límite.
Yo le puedo compartir algunos de mis resultados más contundentes, más allá del que ya utilicé en el ejemplo anterior. Gracias a la Ley de la Reflexión pude combatir y superar el insomnio por ansiedad del que padecí por largos años. También pude eliminar mi sentimiento y cara de fastidio que me generaba pensar en algunos temas que no sabía como canalizar adecuadamente con personas que quería y amaba que estaban en mi entorno. Como resultado, ahora disfruto más mis días y seguro que soy más agradable para las personas a mi alrededor, pues ya tengo una mejor actitud. Desde que comencé a hacer reflexiones diarias no paro, todos los días me tomo 25 minutos para reflexionar y aprender de mi día y aplicarlo en mi vida ¿Cómo voy a parar si me está mejorando la vida día a día a un costo casi igual a cero. Eso es un tesoro.
Aunque la Ley de la Reflexión no es un escudo contra los males de la vida, si es la mejor medicina para sacarlo rápido de cualquier encrucijada que termine reflejándose en su estado emocional. Y eso significa más salud y vida para usted y los suyos de ahora en adelante. Voilà, allí está, esta es la impresionante Ley de la Reflexión.
Consejo: Esta Ley no trabaja sola, adóptela decididamente y verá cambios definitivos, comience hoy.
Comments